Razones por las que convertirse en empresario es adecuado para usted
Hay muchas razones para no dejar el trabajo: el dinero, la seguridad y la estabilidad, por nombrar algunas. Empezar de nuevo desde cero es sin duda un reto. Emprender no es fácil, pero puede que usted no sea el tipo de persona que quiere lo fácil. Si te sientes decepcionado por el horario de trabajo tradicional o por la falta de empuje de tus compañeros, analiza tu situación vital actual. Puede que haya otra forma de tener una carrera más satisfactoria, siempre que estés dispuesto a salir de tu zona de confort.
Estas son las cinco razones principales por las que convertirse en empresario puede ser la opción adecuada para usted.
1. Su enfoque es la pasión, no el dinero
Cuando imaginas el trabajo de tus sueños, ¿qué implica que hagas? ¿Qué te apasiona? Sí, necesitamos dinero para vivir, pero ¿qué te hace levantarte por la mañana? Asegúrate también de que tu pasión es duradera. Empezar un negocio desde abajo suele ser lento y poco glamuroso. Necesitas una pasión duradera por tu producto o propósito para poder tomarte el tiempo de ver crecer tu negocio. Si te interesa algo más que un sueldo, es un claro indicador de que puedes estar preparado para algo más importante.
2. Definitivamente tienes las habilidades para pagar las cuentas
Muchos aspirantes a empresarios tienden a tener confianza en sí mismos, pero carecen de las habilidades necesarias para respaldar esa confianza. Usted, sin embargo, ha adquirido un conjunto de habilidades gracias a sus años de experiencia en el sector. El desarrollo de habilidades también puede provenir de los fracasos: muchos empresarios de éxito han probado y fracasado en intentos anteriores de crear un negocio. Conocer tu valor a través de estas experiencias te prepara no sólo para el éxito, sino también para capear los altibajos de la actividad empresarial.
3. Sin riesgo, sin recompensa
Hablando de fracasos, ¿se lanza a la aventura cuando se trata de emprender nuevas tareas o proyectos? No hace falta decir que ser empresario conlleva un riesgo inherente. Lo que está en juego es siempre mayor cuando se trabaja para uno mismo, pero como se dice, cuanto mayor es el riesgo, mayor es la recompensa. Si te aseguras de que tus riesgos son calculados, pero no tienes miedo de dar un salto de fe, disfrutarás del apasionante reto de crear tu propia empresa.
No sólo debes ser capaz de asumir riesgos, sino también de convencer a los demás de que asuman el riesgo de apoyarte. Esto no es fácil de hacer. Requiere persistencia y riesgo de rechazo. Sin embargo, cuantos más riesgos calculados corras, más entenderás el clima del negocio en el que te encuentras, y pronto esos riesgos serán mucho menos arriesgados.
4. Tienes una mente de visionario
No está prediciendo el futuro en sí mismo, pero bien podría hacerlo. Ser un visionario en cualquier campo, ya sea científico o creativo, puede encontrar resistencia. Es probable que haya muchos escépticos en tu vida: compañeros de trabajo y escépticos que no están muy seguros de hacia dónde vas con tu visión fuera de lo común. No temas: si persigues tus ideas más sólidas, siempre existe la posibilidad de que alguien pueda ver hacia dónde vas con ellas y esté dispuesto a invertir. Muchos de los mejores inventos y empresas del mundo se crearon a partir de la experimentación, la visión de futuro y la persistencia implacable. De hecho, algunos visionarios empezaron con muy poco y ahora han tenido un gran impacto en el mundo.
5. Eres refrescantemente adaptable
La flexibilidad es tu segundo nombre. No asumes los retos con obstinación, sino con una mentalidad abierta. Francamente, a veces es necesario cambiar las circunstancias para prosperar. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los empresarios noveles es la falta de voluntad de cambiar el modelo de negocio para que crezca. Cuando esto ocurre, un negocio puede sufrir al no reflejar las necesidades actuales de la base de clientes o de la ciudad en la que se encuentra. Tener una visión es maravilloso, pero ser capaz de moldear esa visión en algo sostenible es lo que puede hacer que una idea sea realmente inspiradora.
Por último, y lo más importante, el espíritu empresarial da miedo. Hay que ser muy valiente para lanzar tu idea al mundo, y aún más para convencer a la gente de que invierta su tiempo y su dinero en ella. Entre el posible fracaso y el riesgo que conlleva, muchas personas deciden no dedicarse a esta pasión. Sin embargo, si crees que es el momento adecuado y tienes ganas, quizá estés preparado para lanzarte.